lunes, 8 de agosto de 2011

La luz, el color y la atmósfera

La luz, el color y la atmósfera es lo que le dá vida a mis cuadros.
Después de un viaje que hice hace algunos años a San Pedro de Atacama con mi hermano y mi hija, me marcó profundamente mi pintura, tuvo un cambio importante, me sentí impactada por la inmensidad del paisaje, los colores de la tierra, de sus lagunas, de sus pastos y flores y sobretodo de la pureza de la luz y de la atmósfera presente.

laguna de Miscanti
Ahí me di cuenta de la importancia que tiene la luz para mi y de lo que produce en mi.
Volví de ese viaje y lo único que quería era pintar esos paisajes, esas grandes extensiones de tierra, con los diferentes colores que se producían.
Todo eso se me quedó grabado en el inconsciente y de ahí en adelante fui incorporando estas grandes atmósferas en ellos y les fui incorporando los personajes.

Los paisajes del norte me sobrecojen, como cuando se produce el fenómeno del desierto florido, con esas grandes extensiones de flores rosadas al lado de las amarillas y entremedio las dunas de distintos. Y como van cambiando las luces y los colores en las distintas horas del día.

Lagunas de Miscanti y Meñiques

Este cuadro es después de mi ida a San Pedro, son las lagunas de Miscanti y Meñiques, donde fueron apareciendo líneas, escaleras y grandes brochazos. En el color, la luz y la atmósfera, es ahí donde está la potencia de este cuadro.

1 comentario:

poesiadesdelacarcel.blogspot.com dijo...

Bernardita, recorrer el norte es ir ajustando los ojos más allá de los colores...son los matices que parecen ampliar la gama cromática infinitas veces. También la extensión inmensa de un paisaje solitario es conmovedora. Comprendo que esa luz haya marcado tu pintura. ASí es con las epifanías, no nos sueltan... Que bueno es encontrarte por estos lados, y poder ir siguiendo lo que pintas.

un abrazo
Andrea Brandes